Adicción sin sustancia

Las adicciones comportamentales pueden incluir una amplia variedad de comportamientos, como el juego patológico, las compras compulsivas, el uso excesivo de internet, las redes sociales, el trabajo, el ejercicio, el sexo, la alimentación, la pornografía, entre otros.
La adicción comportamental se desarrolla cuando una persona se involucra en una conducta específica de forma repetitiva y compulsiva, lo que le provoca una gratificación o recompensa temporal, pero también puede ocasionar consecuencias negativas en otras áreas de su vida, como las relaciones interpersonales, la salud física y mental, el rendimiento académico o laboral, entre otros.

Al igual que con una adicción con sustancia, la adicción sin sustancia también puede tener un componente de tolerancia y abstinencia, donde la persona necesita cada vez más la actividad para experimentar el mismo nivel de satisfacción o bienestar, y experimenta síntomas de abstinencia o malestar cuando no puede llevar a cabo la conducta adictiva.
En conclusión, una adicción comportamental es un trastorno psicológico que implica la dependencia de una actividad o comportamiento específico, que puede tener consecuencias negativas en la vida de la persona afectada.