Adicción con sustancia
Las drogas
El término droga se utiliza para referirse a aquellas sustancias que provocan una alteración del estado de ánimo y son capaces de producir adicción. Este término incluye no sólo las sustancias que popularmente son consideradas como drogas por su condición de ilegales, sino también diversos psicofármacos y sustancias de consumo legal como el tabaco, el alcohol o las bebidas que contienen xantinas como el café; además de sustancias de uso doméstico o laboral como las colas, los pegamentos y los disolventes volátiles.
No existe «la droga», sino diversas sustancias, más o menos adictivas, consumidas de distintas formas por personas diferentes, y que pueden dar lugar a variados tipos de situaciones más o menos problemáticas.Las drogas no son en sí mismas positivas ni negativas. Del significado que para una persona concreta y su entorno social tengan los efectos de una determinada sustancia, dependerá que su consumo pueda acabar resultando problemático.
La tolerancia es un indicio de alteración metabólica, consecuencia de un consumo crónico del que el organismo intenta defenderse.
Alcohol
El alcohol es la droga más consumida en nuestro entorno sociocultural, de la que más se abusa y la que más problemas sociales y sanitarios causa (accidentes de tráfico y laborales, malos tratos, problemas de salud, alcoholismo, etc.).
Depresor del sistema nervioso central, adormece progresivamente el funcionamiento de los centros cerebrales superiores, produce desinhibición conductual y emocional. A veces se cree que es una droga estimulante, pero, la euforia inicial que provoca se debe a que su primera acción inhibidora se produce sobre los centros cerebrales responsables del autocontrol.
Bebidas fermentadas: Proceden de la fermentación de los azúcares contenidos en diferentes frutas (uvas, manzanas, etc.) Son características de este grupo la cerveza, la sidra y el vino. Su graduación alcohólica oscila entre 4º y 12º.
Bebidas destiladas: Resultan de la depuración de las bebidas fermentadas, para obtener mayores concentraciones de alcohol. Se trata de bebidas como el vodka, la ginebra o el ron, y oscilan entre 40º y 50º.
Caña de cerveza/sidra = 1 UB
Copa de vino/cava = 1 UB
Vermouth/Jerez = 1 UB
Copa de coñac/brandy = 2 UB
Whisky/Vodka/combinado = 2 UB
Los efectos del alcohol son dependientes de la cantidad que de este se encuentre en la sangre (alcoholemia), de manera que, a mayor alcoholemia, mayores son los efectos depresores sobre el sistema nervioso central.
- La edad (el consumo de alcohol en periodo de desarrollo es especialmente nocivo)
- El peso (afecta de modo más acusado a las personas con menor masa corporal)
- El sexo (por factores fisiológicos, la tolerancia femenina es, en general, menor que la masculina)
- La rapidez de la ingesta (a más alcohol en menos tiempo mayor intoxicación)
- La cantidad de comida ingerida (el estómago lleno, dificulta la intoxicación)
- La combinación con otras bebidas carbónicas (tónica, Coca-Cola, etc.) aceleran la intoxicación.
- Disminución de las capacidades de atención, juicio y control.
- Deterioro de la coordinación motora y las capacidades para procesar la información (Dificultad para asociar ideas)
- Inestabilidad emocional (Estados emocionales exagerados)
- Deterioro de las capacidades perceptivas, la memoria y la comprensión.
- Disminución de la respuesta sensorial.
- Aumento del tiempo de reacción.
- Reducción de la agudeza visual y la visión periférica.
- Dificultades para hablar.
- Desorientación y confusión mental.
- Desinhibición, Aumento de la sociabilidad
- Euforia
- Relajación
- 0.5 g/l: euforia, sobrevaloración de facultades y disminución de reflejos
- 1 g/l: desinhibición y dificultades para hablar y coordinar movimientos
- 1.5 g/l: embriaguez, con pérdida del control de las facultades superiores
- 2 g/l: descoordinación del habla y de la marcha, y visión doble
- 3 g/l: estado de apatía y somnolencia
- 4 g/l: coma
- 5 g/l: muerte por parálisis de los centros respiratorio y vasomotor
- Músculos: miopatía aguda o crónica
- Sistema Nervioso: polineuropatía alcohólica, neuritis óptica, encefalopatía de Wernicke, psicosis de Korsakov
- Estómago/Esófago: gastritis crónica y aguda, reflujo gastroesofágico, pirosis y vómitos, carninoma esofágico
- Cardiovascular: hipertensión arterial, arterioesclerosis, miocardiopatía alcohólica
- Hígado: esteatosis hepática, hepatitis alcohólica, cirrosis alcohólica
- Páncreas: pancreatitis aguda y crónica
- Intestino: Deficiencias nutricionales, cuadros diarreicos y de mala absorción
- Genitales: disminución de la libido, impotencia, atrofia testicular, infertilidad
El alcohol actúa ‘inhibiendo al inhibidor’ de tal forma que cuando se actúa bajo sus efectos es muy probable que no se adopten las medidas preventivas al tener relaciones sexuales (uso de preservativo), con lo cual aumenta el riesgo de infección por el VIH.
El consumo de alcohol está asociado a conducción temeraria e imprudente, por lo que muchos accidentes de tráfico se deben a que los conductores habían bebido por encima de los niveles tolerados por las leyes.
Cannabis
El cannabis es una planta cuyo nombre científico es Cannabis sativa y sus efectos psicoactivos son debidos a uno de sus principios activos: el tetrahidrocannabiol (THC).
Sus derivados más consumidos son el hachís y la marihuana.
El hachís se elabora a partir de la resina almacenada en las flores de la planta, prensada hasta formar una pasta compacta de color marrón cuyo aspecto recuerda al chocolate. La concentración de THC en el hachís es superior a la de la marihuana, por lo que su toxicidad potencial es mayor.
La marihuana se elabora a partir de la trituración de flores, hojas y tallos secos.
El THC es particularmente soluble en aceite, por lo que tiende a concentrarse en los tejidos grasos del organismo, como es el caso del cerebro. Tiene una vida media de una semana, por lo que a los siete días de su consumo aún se mantiene sin eliminar el 50% del principio activo, favoreciendo su acumulación cuando el consumo es regular.
El hachís no te hará más creativo, imaginativo o ligarás más.
Si te acostumbras a fumar hachís siempre que sales de «marcha» o vas a una fiesta puedes desarrollar el síndrome amotivacional: todo de da igual, te aíslas de la gente y no te relacionas con casi nadie.
La fijación del producto activo del hachís sobre el cerebro puede entorpecer la memoria y dificultar los procesos de aprendizaje.
Al consumirse fumado, es fácilmente absorbido por los pulmones, por lo que llega al cerebro con rapidez. En pocos minutos empiezan a manifestarse sus efectos, que pueden durar entre 2 y 3 horas.
- Relajación
- Desinhibición
- Hilaridad
- Sensación de lentitud en el paso del tiempo
- Somnolencia
- Alteraciones sensoriales
- Expresarse con claridad
- Memoria inmediata
- Capacidad de concentración
- Procesos de aprendizaje
- Efectos fisiológicos
- Aumento del apetito
- Sequedad de la boca
- Ojos brillantes y enrojecidos
- Taquicardia
- Sudoración
- Somnolencia
- Descoordinación de movimientos
Otro tanto cabe decir de la ejecución de tareas complejas que requieran lucidez mental y coordinación psicomotora, como pueden ser conducir un vehículo a motor, tomar decisiones o subir a un andamio.
Pueden darse reacciones agudas de pánico y ansiedad.
En personas predispuestas puede favorecer el desencadenamiento de trastornos psiquiátricos de tipo esquizofrénico.
Cardiovasculares: empeoramiento de síntomas en personas que padezcan hipertensión o insuficiencia cardiaca.
Sistema endocrino: altera las hormonas responsables del sistema reproductor y de la maduración sexual, disminución del número y movilidad de los espermatozoides.
Sistema inmunitario: el uso crónico del cannabis reduce la actividad de este sistema.
- Aparición de bajadas de tensión bruscas (hipotensión ortostática). El descenso brusco en la presión hace que no llegue suficiente sangre al cerebro y aparece palidez, sudor, mareo, etc.
- Sequedad de boca.
- Enrojecimiento de los ojos.
- Aumento de la tasa cardíaca.
- Nerviosismo, pánico y paranoias.
- Reducción en la capacidad de concentración.
- Aceleración del pensamiento, especialmente a dosis altas.
- Lentitud de movimientos.
- Dificultades relacionadas con la memoria a corto plazo, especialmente cuando se va bajo los efectos y en periodos de uso más frecuente.
- Tos, sensación de ahogo, mucosidad, ronquera, irritación de la faringe. Estos síntomas se deben al hecho de fumar y a que, con frecuencia, se fuma mezclado con tabaco y sin un filtro.
- El consumo continuado produce tolerancia (cada vez se necesita mayor dosis para alcanzar los efectos que antes se conseguían con una dosis menor).
Cocaína
La cocaína es una droga que se extrae de un arbusto que crece en Sudamérica llamado Eritroxilon coca. Pertenece a la familia de drogas estimulantes ya que actúa sobre el Sistema Nervioso Central activándolo.
La cocaína que se ve en la calle realmente es «Clorhidrato de cocaína» y tiene forma de polvos blancos que se esnifan o inyectan.
El CRACK es clorhidrato de cocaína alterado mediante un proceso químico sencillo para obtener una especie de cristales o «rocas» que al calentarlas crepitan y permiten aspirar sus vapores o humos.
Tanto la cocaína como el crack son drogas que generan adicción. El crack, además produce comportamientos compulsivos para tomarlo ya que genera una gran necesidad en el organismo.
El crack se fuma; se inhalan los vapores que desprende. Es más dañino que esnifar la cocaína.
Esnifar («Meterse una raya»): La cocaína se separa mediante una cuchilla de afeitar en finas «rayas» y con ayuda de un tubo se aspira por la nariz.
Fumar crack: El Crack se suele fumar sobre un trozo de papel de aluminio. Se calientan las pequeñas bolitas de crack hasta que se puede inhalar los vapores que desprende.
Inyección: La Cocaína es mezclada con agua y se inyecta directamente en una vena.
Efectos psicológicos
- Euforia
- Locuacidad
- Aumento de la sociabilidad
- Aceleración mental
- Hiperactividad
- Deseo sexual aumentado
- En consumidores crónicos, a medida que desaparecen estos efectos sobrevienen un estado de cansancio y apatía que puede inducir a repetir el consumo.
Los más habituales son los siguientes:
- Disminución de la fatiga
- Reducción del sueño
- Inhibición del apetito
- Aumento de la presión arterial
- Reducción de riesgos / Daños
- En el plano psicológico
- El consumo crónico y abusivo de cocaína puede provocar importantes trastornos psíquicos, tales como ideas paranoides y depresión.
- La dependencia psíquica de la cocaína es una de las más intensas entre las provocadas por las drogas.
- La supresión del consumo tras un período prolongado da lugar a un fenómeno de rebote, caracterizado por somnolencia, depresión, irritabilidad, letargia, etc.
- En el plano orgánico
- Tanto por su actividad cerebral como por la vía habitual de administración, el consumo crónico de cocaína puede causar:
- Pérdida de apetito
- Insomnio
- Perforación del tabique nasal
- Patología respiratoria: sinusitis e irritación de la mucosa nasal
- Riesgo de infartos/hemorragias cerebrales
- Cardiopatía isquémica
- También el consumo esporádico puede ocasionar consecuencias adversas al consumidor.
Después de consumir (al día siguiente o posteriores), se puede experimentar apatía, cansancio y tristeza (bajón). En general, es proporcional a la dosis consumida, aunque algunas personas son más susceptibles a estos efectos.
Alteraciones neurológicas (cefaleas o accidentes cerebro-vasculares como el infarto cerebral).
Cardiopatías (arritmias) y problemas respiratorios (disnea o dificultad para respirar).
Importantes secuelas sobre el feto durante el embarazo (aumento de la mortalidad perinatal, aborto y alteraciones nerviosas en el/la recién nacido/a).
Algunas personas tienen problemas para controlar o manejar sus consumos de cocaína. Hay patrones de consumo problemático que sólo se presentan los fines de semana (en general asociados al consumo de alcohol). El trastorno por consumo de cocaína puede tener consecuencias muy importantes sobre la salud física y psicológica, el bienestar y la economía de la persona.
La gravedad de la intoxicación depende de la cantidad consumida y de las características físicas y psicológicas de quien la consume. En general, los síntomas de sobredosificación suponen un aumento de los síntomas físicos y psicológicos ya citados, produciéndose una intensa ansiedad, ideas paranoides de persecución, agresividad, aumento de la temperatura corporal, taquicardias y arritmias, y elevación de la presión arterial, que puede provocar infartos cerebrales y cardíacos. Estos síntomas requieren atención médica para su valoración y, en general, remiten tras unas horas de abstinencia en un entorno tranquilo, fresco y seguro, con o sin administración de tranquilizantes.
Tabaco
Se trata de una planta solanácea, la Nicotiana tabacum, de cuyas hojas se obtienen distintas labores destinadas al consumo humano (cigarrillos, cigarros, puros, picadura de pipa, rapé, tabaco de mascar, etc.)
La forma más extendida de consumo de tabaco es el cigarrillo, en cuyo humo se han identificado alrededor de 4.000 componentes tóxicos, de entre los cuales los más importantes son los siguientes:
- Nicotina: sustancia estimulante del sistema nervioso central, responsable de los efectos psicoactivos de la sustancia y de la intensa dependencia física que el tabaco provoca.
- Alquitranes: sustancias probadamente cancerígenas, como el benzopireno, que inhala el fumador y quieres, conviviendo con él en ambientes cerrados, se ven forzados a respirar el humo tóxico que éste devuelve al ambiente.
- Irritantes: tóxicos responsables de la irritación del sistema respiratorio ocasionado por el consumo de tabaco (faringitis, tos, mucosidad, etc.)
- Monóxido de carbono: sustancia que se adhiere a la hemoglobina, dificultando la distribución de oxígeno a través de la sangre.
El tabaco es consumido en busca de algunos efectos positivos, entre los que cabe citar los siguientes:
- Relajación
- Sensación de mayor concentración
- Efectos fisiológicos
- Entre lo más importantes efectos que provoca el consumo habitual de tabaco, podemos mencionar los siguientes:
- Disminución de la capacidad pulmonar
- Fatiga prematura
- Merma de los sentidos del gusto y el olfato
- Envejecimiento prematuro de la piel de la cara
- Mal aliento
- Color amarillento de dedos y dientes
- Tos y espectoraciones, sobre todo matutinas
- Reducción de riesgos / Daños
- Dependencia psicológica
- Reacciones de ansiedad y depresión consecuentes a la dificultad para dejar el tabaco
- En el plano orgánico
- De los múltiples riesgos sanitarios demostrados podemos resaltar los siguientes:
- Faringitis y laringitis
- Dificultades respiratorias
- Tos y expectoraciones
- Úlcera gástrica
- Cáncer pulmonar
- Cáncer de boca, laringe, esófago, riñón y vejiga
- Bronquitis y enfisema pulmonar
- Cardiopatías: infartos de miocardio y anginas de pecho
Éxtasis
El nombre químico del éxtasis es MDMA o Metilendioximetanfetamina aunque las pastillas de la calle suelen estar adulteradas con otras sustancias como el MDA o MDEA que son muy peligrosas. Pertenece a la familia de drogas estimulantes.
Efectos psicológicos:
- Sociabilidad
- Empatía
- Euforia
- Sensación de autoestima aumentada
- Desinhibición
- Deseo sexual aumentado
- Locuacidad
- Inquietud
- Confusión
- Agobio
- Efectos fisiólogicos
- Taquicardia, arritmia e hipertensión
- Sequedad de boca
- Sudoración
- Contracción de la mandíbula
- Temblores
- Deshidratación
- Aumento de la temperatura corporal (hipertermia)
Si lo mezclas con alcohol el riesgo de sufrir una mala reacción aumenta enormemente.
Si sufres de hipertensión, problemas de corazón, epilepsia, asma o estás embarazada o tomando antidepresivos NO debes probar el éxtasis.
En el plano psicológico:
- Crisis de ansiedad
- Trastornos depresivos
- Alteraciones psicóticas
- En el plano orgánico
- Riesgos asociados al consumo de éxtasis en los ambientes congestionados en los que a menudo tiene lugar, y bajo las condiciones de baile intenso a los que se asocia:
- Aumento severo de la temperatura corporal (hipertermia maligna)
- Arritmia
- Convulsiones
- Insuficiencia cardiaca
- Rabdomiólisis
- Coagulopatía
- Hemorragias, trombosis e infartos cerebrales
- Insuficiencia hepática
Heroína
La heroína es una sustancia que se extrae del opio (Papaver Somniferum), al igual que otros derivados opiáceos como la metadona, morfina, codeína,…
La heroína es una sustancia que genera una fuerte dependencia, tanto física como a nivel psicológico y comportamental.
Inhalar la heroína («Fumarse un chino» «Chasing the Dragon»): La Heroína se calienta sobre un papel de aluminio y se inhalan los vapores que desprende.
Inyectarse la heroína: La heroína se disuelve en agua y un poco de ácido cítrico en el seno de una cuchara y con ayuda de un filtro y una jeringa se inyecta directamente en la vena.
Cada vía de administración conlleva una serie de riesgos para la salud:
Fumarla es más seguro que esnifarla. Penetra en el organismo de forma gradual y se puede controlar un poco más la dosis.
La inyección es la forma de administración que más riesgos implica ya que se contraen numerosas infecciones: hepatitis, SIDA, etc.
- Efectos psicológicos
- Euforia
- Sensación de bienestar
- Placer
- Efectos fisiólogicos
- Analgesia: falta de sensibilidad al dolor
- En los primeros consumos no son raras las náuseas y vómitos
- Inhibición del apetito
- Reducción de riesgos / Daños
- La heroína atraviesa fácilmente la barrera hematoencefálica y llega rápidamente al cerebro ocasionando alteraciones en los neurotransmisores cerebrales. También atraviesa la barrera placentaria y, en mujeres embarazadas, puede afectar muy negativamente al desarrollo del feto.
- La heroína es adulterada con numerosos productos a veces muy tóxicos. Esto puede producir septicemia y otras infecciones graves.
- Cuando se utiliza la administración intravenosa, la inyección puede dañar las venas provocando trombosis y abscesos. Además, si se comparten las jeringuillas para inyectarse («chutarse», «pincharse») o no se utilizan jeringas estériles cada vez, se puede transmitir e infectar con el VIH (virus causante del SIDA).
- En el plano psicológico
- Alteraciones de la personalidad
- Alteraciones cognitivas, como problemas de memoria
- Trastorno de ansiedad y depresión
- Dependencia psicológica, que hace que la vida del consumidor gire obsesivamente en torno a la sustancia
- Adelgazamiento
- Estreñimiento
- Caries
- Anemia
- Insomnio
- Inhibición del deseo sexual
- Pérdida de la menstruación
- Infecciones diversas (hepatitis, endocarditis, etc.) asociadas a las condiciones higiénico-sanitarias en que tiene lugar el consumo, y al estilo de vida del consumidor
- Su consumo habitual genera tolerancia con rapidez, por lo que el consumidor necesita aumentar la dosis para experimentar los mismo efectos. Ello explica el riesgo de sobredosis tras un período de abstinencia
- Elevada dependencia, acompañada de un desagradable síndrome de abstinencia (el mono) si se suspende el consumo, o se administran dosis inferiores a aquellas a las que el organismo se ha habituado. Éste síndrome se caracteriza por síntomas como: lacrimeo, sudoración, rinorrea, insomnio, náuseas y vómitos, diarrea, fiebre, dolores musculares, etc. acompañados de una fuerte ansiedad
Metadona
Es un analgésico potente similar a la morfina (también derivado opiáceo), pero sin un efecto sedante tan fuerte.
En su forma básica es un polvo blanco cristalino, pero suele estar disponible en varias formas y concentraciones: comprimidos, supositorios y autoinyectables.
Inicialmente se suministran a los adictos dosis diarias equivalentes a su consumo de heroína, con el fin de retirar al adicto lentamente de la heroína ilegal inyectable y luego introducir dosis reducidas de metadona por vía oral.
A veces, una retirada completa de la metadona no es posible, y la dosis de mantenimiento puede continuar durante meses o incluso años (Programas de Mantenimiento con Metadona).
Todo programa de tratamiento con metadona debe ir acompañado, para obtener una mayor eficacia y mejores resultados, de psicoterapia o supervisión médica.
La persona inserta en un programa de mantenimiento con metadona puede llevar una vida normal.
No obstante, la metadona tiene efectos secundarios: aturdimiento, mareos, náuseas, vómitos, boca seca o duración.
En casos de abuso pueden aparecer fallos circulatorios y coma profundo y se han dado casos de muerte por fallo respiratorio.
Anfetaminas
Se presenta en forma de pastillas o cápsulas de diferente forma y color.
Produce sensaciones de alerta, confianza y aumenta los niveles de energía y autoestima. Hace desaparecer la sensación de hambre y de sueño.
Las anfetaminas son drogas adictivas, capaces de generar dependencia.
Una de las anfetaminas más frecuente en el mundo de las drogas ilícitas es el sulfato de anfetamina, conocido en lenguaje callejero como speed (del inglés velocidad).
Su consumo habitual se produce en forma de pastillas o comprimidos, y a menudo son una de las sustancias con las que se cortan (mezclan) las drogas de síntesis.
El speed se presenta generalmente en forma de polvo y se consume por inhalación como la cocaína, con la que comparte los riesgos asociados a esta vía de administración (daños sobre la mucosa nasal).
- Efectos psicológicos
- Agitación
- Euforia
- Sensación de autoestima aumentada
- Verborrea
- Alerta y vigilancia constantes
- Agresividad
- Efectos fisiólogicos
- Falta de apetito
- Taquicardia
- Insomnio
- Sequedad de boca
- Sudoración
- Incremento de la tensión arterial
- Contracción de la mandíbula
- Reducción de riesgos / Daños
- La pérdida del apetito es frecuente lo que conlleva a una situación de desnutrición y mayor vulnerabilidad a enfermedades e infecciones.
- El síndrome de abstinencia se presenta con un cuadro muy grave de depresión, letargia y cansancio, lo que puede llevar a tomar grandes dosis de anfetaminas para mitigar este estado.
- El consumo excesivo de anfetaminas puede generar psicosis: las personas se sienten fuera de sí mismas, creen que las persiguen o que les vigilan.
- Cuadros psicóticos similares a la esquizofrenia, con delirios persecutorios y alucinaciones
- Depresión reactiva
- Delirios paranoides
- Intensa dependencia psicológica
- En el plano orgánico
- Tras un consumo prolongado, además de un intenso agotamiento puede dar lugar a las siguientes alteraciones:
- Hipertensión
- Arritmia
- Colapso circulatorio
- Trastornos digestivos
Anabolizantes
¿Son adictivos los anabolizantes?
Según se desprende de los últimos estudios este tipo de drogas sí puede causar adición.
Algunas personas necesitan asistencia médica cuando desean dejar de tomar anabolizantes y experimentan síndrome de abstinencia.
Se suelen tomar junto con otras drogas, al mismo tiempo (a esto se le llama «Stacking»).
Con frecuencia se toman siguiendo ciclos: a un período de uso sigue otro de abstinencia.
Efectos fisiólogicos
- Aumento de la masa magra
- Reducción del tejido adiposo
- Aumento de la fuerza
- Aumento de la resistencia
- Disminución del tiempo de recuperación después del ejercicio
No se ha demostrado un aumento en la resistencia y agilidad.
En el adulto varón
- Acné
- Aumento de la agresividad
- Piel aceitosa
- Atrofia testicular
- Cambios en la distribución del vello
- Voz atiplada
- Calvicie precoz
- Disfunción renal
- Aumento del deseo sexual
- Comportamiento sexual aberrante
- Impotencia
En el adolescente
Acné facial y corporal
Detención del crecimiento de los huesos largos por cierre de la epífisis de los huesos
En las mujeres
- Masculinización con trastornos del ciclo menstrual
- Crecimiento del vello facial y corporal
- Hipertrofia del clítoris
- Aparición de calvicie tipo masculino
- Virilización de la voz
- Aumento de la nuez de la garganta
- Atrofia de las mamas
Algunos de estos efectos en las mujeres pueden ser irreversibles.
Inhalantes
Se trata de una amplia gama de productos que tienen en común que, al entrar en contacto con la atmósfera, liberan diversos compuestos químicos cuya inhalación altera de manera transitoria y reversible el funcionamiento de nuestro cerebro.
Son productos de uso doméstico o industrial, habituales en nuestra sociedad, tales como gasolina, pegamentos, pinturas, lacas, quitaesmaltes, gas para encendedores, líquido de frenos o aerosoles de todo tipo.
Solventes de efectos de arte u oficina, incluidos los líquidos de corrección, líquido de marcadores de punta de fieltro y limpiadores de contactos electrónicos.
Propelentes de aerosoles domésticos y solventes asociados en artículos tales como pinturas en aerosol, desodorante en aerosol, laca para el cabello y protectores de tela en aerosol.
Gases médicos anestésicos, tales como cloroformo, halotano y óxido nitroso (gas hilarante).
Impregnar un trapo o un pañuelo. Se emplea por los inhaladores de gasolina y disolventes.
Inhalar desde una bolsa. Probablemente la forma de experimentar con mayor rapidez los efectos psicoactivos sea verter la sustancia en una bolsa de plástico o papel para inhalar los vapores introduciendo en ella la cara y absorbiendo los gases a través de la mucosa nasal y oral. Este procedimiento se emplea especialmente por los inhaladores de pegamento.
Rociar con aerosoles directamente sobre la boca o nariz.
Al igual que el alcohol se trata de sustancias depresoras del Sistema Nervioso Central que primero desinhiben al consumidor, para sumirle progresivamente en una depresión general que puede dar lugar a sueño, estupor o coma.
- Lagrimeo
- Tos
- Gastritis
- Inhibición del apetito
- Dolor de cabeza
- Reducción de riesgos / Daños
- Un riesgo muy importante es la aparición de alucinaciones visuales.
- Irritabilidad
- Disminución de la concentración
- Deterioro del rendimiento escolar
- Absentismo escolar
- En el plano orgánico
- Trastornos gastrointestinales (náuseas, vómitos, anorexia)
- Trastornos renales y hepáticos
- Arritmias
- Alteraciones respiratorias (bronquitis crónica, edema pulmonar)
- Conjuntivitis crónica
- Muerte súbita por fallo cardíaco, muerte por aspiración de vómito, muerte por arritmias ventriculares
Los más antiguos son el éter y el óxido nitroso o gas hilarante, luego aparecieron el nitrito de amilo o Popper.
Ketamina
La ketamina se usa clínicamente como anestésico general, es considerado un anestésico manso y a menudo se utilizaba en pediatría y geriatría.
Su presentación farmacéutica es un líquido inyectable.
En el mercado ilícito, la ketamina puede presentarse de muchas formas: líquido incoloro, polvo blanco (cristales blancos), comprimidos o cápsulas, por lo que es posible utilizarla por distintas vías de administración: intravenosa, intramuscular (líquido), rectal (líquido), nasal (polvo), pulmonar «fumada» (polvo) y oral (líquido, comprimido, cápsulas).
Los consumidores de ketamina experimentan un estado disociativo como si estuviesen «fuera del cuerpo», con sensación de estar flotando. Dicho estado puede ser profundo, generando experiencias alucinatorias y dificultad para moverse, así como alteraciones de la percepción y aparición de flashbacks incluso meses después del consumo.
A dosis bajas los efectos se parecen a una borrachera por alcohol o sedantes, con pérdida de coordinación y dificultades para hablar y pensar, visión borrosa, etc.
Ya a dosis altas, puede producirse un viaje psicodélico muy fuerte, pudiendo aparecer delirios y pseudo alucinaciones, perdiéndose la noción de quién se es y de dónde y con quién se está, con pérdidas de la noción del tiempo y del reconocimiento de lo que pasa alrededor. Algunas personas se ven fuera de su cuerpo o piensan que han muerto o se van a morir.
La ketamina provoca una dependencia psicológica muy alta y una rápida tolerancia.
Es una sustancia muy peligrosa. Puede provocar depresión respiratoria, paro cardíaco, trastornos de ansiedad, paranoias y su consumo de forma continuada, problemas de memoria, concentración y deterioro de otras habilidades.
En estudios con voluntarios sanos, la ketamina induce síntomas similares a los de la esquizofrenia, con alteraciones de la percepción, reducción del rendimiento cognitivo, estados disociativos, dificultad para recordar palabras y disminución de la memoria inmediata.
La ketamina aumenta la presión arterial; por tanto, está especialmente contraindicada para personas con hipertensión, problemas cardíacos o con antecedentes de accidentes cerebrovasculares.
La ketamina está contraindicada en las personas en tratamiento con medicamentos tiroideos, hepáticos, con problemas oculares, psiquiátricos o con antecedentes de haberlos tenido.
El consumo de ketamina puede producir ataques de pánico y ansiedad. El consumidor puede perder el control de sus actos durante varias horas, llegando incluso a perder la conciencia y la memoria.
En personas deprimidas o en situación de inestabilidad emocional, la ketamina puede provocar intentos de suicidio y en personas fácilmente irritables o en estado de agitación puede potenciar comportamientos violentos.
Consumir «keta» en «Raves» y discotecas aumenta la posibilidad de tener un «mal viaje» debido a la intensidad de los estímulos a los que se está expuesto (luces, sonidos, contactos, etc.).
El consumo habitual de «ketas» se ha asociado con problemas de memoria, de concentración y flashbacks (revivir los efectos de las «ketas» incluso mucho tiempo después del último consumo). Por tanto, este tipo de consumo puede alterar intensamente la vida cotidiana.
LSD
Los efectos que se experimentan cuando se toma LSD son descritos como un «viaje» porque se experimenta una sensación de traslación a otro lugar-espacio-tiempo. Esta experiencia se puede dividir en cuatro fases:
Fase de Subida: Entre treinta minutos y una hora tras la toma, los colores empiezan a ensombrecerse, los objetos en movimiento dejan tras de si una estela. Incluso con los ojos cerrados se pueden tener visiones similares.
Fase de Meseta: Alrededor de la segunda hora, los efectos se hacen más intensos. Aparecen visiones fantásticas y alucinaciones visuales.
Fase o Pico Máximo: El tiempo parece que se detiene y se experimenta una especie de traslación a otro mundo. Esta experiencia puede ser algo místico o, por el contrario, producir temor y miedo.
Fase de Caída o bajada: Entre cinco o seis horas después de la toma, van desapareciendo todos los efectos de la sustancia.
En el plano psicológico
El uso de LSD puede producir graves alteraciones mentales como:
- Paranoia
- Alucinosis
- Esquizofrenia
- Ansiedad extrema
- Ataques de pánico
- Debido a estas posibles alteraciones mentales, cuando se ha tomado LSD se cometen muchas imprudencias y temeridades.
- Pupilas dilatadas
- Aumento en la temperatura corporal
- Aumento en la frecuencia cardíaca y la tensión arterial
- Sudoración
- Pérdida de apetito
- Insomnio
- Sequedad de la boca
- Temblores
- Escenas retrospectivas – FlashBacks
- Muchos de los usuarios de LSD experimentan escenas retrospectivas (flashbacks), recurrencias de ciertos aspectos de la experiencia de la persona, sin que el usuario haya tomado la droga nuevamente.
Las escenas retrospectivas ocurren en personas con uso crónico de alucinógenos o con un problema subyacente de personalidad, sin embargo, personas por lo demás saludables que ocasionalmente usan LSD, también podrían tener escenas retrospectivas.
Metanfetamina
Es un polvo blanco, cristalino, sin olor, y con sabor amargo que se disuelve fácilmente en agua o licor.
Como la anfetamina, la droga incrementa la actividad, baja el apetito y produce una sensación general de bienestar.
La metanfetamina es corrientemente conocida como «speed», «meth», y «chalk». Generalmente se refiere a la forma fumada de la droga como «hielo» (ice), «cristal» (crystal), «arranque» (crank), y «vidrio» (glass).
En la literatura especializada, para diferenciarla del resto de los psicofármacos estimulantes y de otros derivados anfetamínicos, se le denomina MA.
La droga altera el estado de ánimo en formas diferentes dependiendo de como se tome.
El uso oral o intranasal produce euforia, pero no esta sensación intensa.
Los usuarios se enganchan rápidamente y la usan con más frecuencia y en dosis más altas.
La metanfetamina es un estimulante clasificado en la «Schedule II», lo cual significa que la droga tiene un alto potencial de ser abusada y es disponible solamente por medio de recetas médicas que no se pueden renovar. Existen algunas razones médicas aceptables para el uso de esta droga, como el tratamiento de la narcolepsia, el desorden caracterizado por déficit de atención, y para uso, a corto plazo, del control de la obesidad; pero estos usos médicos son limitados.
La metanfetamina tiene efectos tóxicos. En los animales, una sola dosis alta de la droga ha revelado un gran daño a los terminales de los nervios en las regiones del cerebro que contienen dopamina. Se cree que el gran desprendimiento de dopamina producida por la metanfetamina contribuye a estos efectos tóxicos en los terminales de los nervios del cerebro. Dosis altas de la droga pueden elevar la temperatura del cuerpo a niveles peligrosos, a veces mortales, y también pueden causar convulsiones.
Además de ser adictos a la metanfetamina, los consumidores crónicos de la droga revelan síntomas que pueden incluir comportamiento violento, ansiedad, confusión, e insomnio. También pueden demostrar varias características psicóticas, incluyendo la paranoia, alucinaciones auditivas, ánimo alborotado, y delirio (por ejemplo, la sensación que insectos le caminan sobre la piel). Además, la paranoia puede provocar pensamientos de homicidio y/o de suicidio.
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